miércoles, 27 de octubre de 2010

No sé.


Ahora mismo no soy capaz de expresar, de contar cada una de las cosas que me ocurren el día a día, ni tan siquiera las miradas fugaces, los suéter de rayas, ni el molesto ruido de tus talones arrastrando la parte trasera de tus zapatillas. No soy capaz de decir lo que se queda aquí dentro, en mi pecho moldeado de gimnasio. Ni tan siquiera podría describir esa necesidad de hablar o de callar para siempre. No soy capaz de mirarme los pies desnudos antes de entrar a la ducha ni rozar con mis manos mi cara para saber si estoy sonriendo o llorando cuando mi estado etílico me hace perder la sensación de los labios. Tampoco soy capaz de marcar la batería con mis dedos ni de sonreír como un niño pequeño cuando escucho esa canción de The Strokes que sabes que podría hacerme correr por las calles mojadas de Madrid. Aun menos soy capaz de hablar cuando debo hablar, de llamar cuando debo llamar y de pensar cuando debo pensar. Siento que hago todo al revés y que unas cuerdas tiran de mis hombros para que ande estirado de en vez encogido, que es como mi estado de humor quiere ir. Siento la eternidad, el amor, el odio, la pasión, la necesidad de besar, de rozar cuerpos cálidos ajenos, la amistad, el abrazo eterno de dos amigos tristes que se miman mutuamente. Ahora mismo sólo siento, pero no sé qué siento.




Deja de jugar conmigo Dios, no soy una maldita enciclopedia de sentimientos.

2 comentarios:

  1. Esa foto desde Mundaka! Izaro en el fondo con un pesao en primer plano, jejeje

    ResponderEliminar
  2. No hombre, el modelo no ha salido nada mal :D

    ResponderEliminar