miércoles, 28 de septiembre de 2011

Mi paso es pausado.


Y si mi paso es pausado no es por nada especial, sino que quiero mirar el paisaje. Quiero observar todo lo que perdí entre el caos de la ciudad, las noches fuera de casa y el alcohol a las 8 de la mañana. Me gustaría que la gente que entra en mi vida pudiera conservarla 10 años más, hasta cuando pueda derretirme con esas cosas pequeñas que llamamos niños. Quiero ver como la gente a la que le entrego parte de mi alma crece por dentro, llega bien a casa y sonríe el día de su cumpleaños. Quiero ver como mis personitas, cuando no sepan donde están, sean conscientes de que estaré ahí para sujetarles con toda mi fuerza.

Mi paso es pausado porque tengo una fina línea que sale de mi cabeza y que marca el norte. Y ahora, nada ni nadie, me hará salir del camino.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Armas para todos.


"Las armas no se fabrican para ganar las guerras, las guerras se fabrican para aumentar las ganancias de los fabricantes y traficantes de armas.

Las armas no las carga el diablo, las armas las cargan y las descargan en todas partes los diablos tutelares del orden internacional que dirigen los destinos del planeta desde las profundidades de sus lujosas guaridas acolchadas.

Cuanto más inteligente son las armas más estúpidos resultan los militares que las manejan. El mejor ejército del mundo pierde las peores guerras en los países más pobres del mapa.

Las guerras no se emprenden para ganarlas sino para prolongarlas hasta que los arsenales se vacían. Una guerra sólo se termina cuando se vislumbra un conflicto más rentable en el horizonte.

La industria armamentística organiza, fianancia y colabora con movimientos terroristas, grupos guerrileros, dictaduras militares y con cualquiera que garantice dar salida a sus productos.

Los siniestros e inexplicados atentados del 11-S dispararon en todo el mundo un extraordinario crecimiento de los presupuestos de defensa y de las empresas dedicadas a la seguridad, de la tecnología del espionaje, los ejércitos y as policías privadas.

Empresas privadas estadounidenses proporcionaron interrogadores y torturadores expertos al ejército USA en Irak en régimes de subcontrata.

Los soldados son los conejillos de indias que experimentan nuevas formas de matar a cambio de un sueldo.

La patria, la bandera y demás zarandajas patrióticas ya no enganchan a nadie, los soldados profesionales son mercenarios.

En las guerras de antes, la mayor parte de las víctimas eran militares; en las de hoy, la mayoría de las víctimas son civiles.

Con la excelente excusa de luchar contra el terrorismo, los estados se convierten en terroristas.

Para los militares, la población civil es siempre sospechosa. Los militares enemigos se llevan mejor entre ellos que con sus conciudadanos.

Nunca estuvo tan barata la carne de cañón."

Moncho Alpuente.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Las canciones de amor se modernizan.


Las canciones de amor de ahora no tienen nada que ver con el pasado. Ahora se jura atracción, antes eternidad y belleza. Ya no existe la dulzura propia del pop sino que nos trasladamos al alcohol, las miradas, el juego veloz y agresivo propio de una canción de rock. Las poesías se pasaron de moda cuando apareció el ordenador y los besos de buenas noches sólo se producen si el polvo que acabas de echar no ha sido agotador.

Las cosas han cambiado, y uno, a veces, pasa a ser un nostálgico.




Foto: chica observando el atardecer. Amanda Pons, agosto 2011.