martes, 21 de diciembre de 2010

No existe.


Las lágrimas fluyeron aun más rápido cuando aquel señor de capa y gorro de mafioso se acercó a aquel niño pequeño de ojos castaños y puso la mano sobre la cabeza diciendo: "su corazón dejó de latir. Ya no existe".

2 comentarios:

  1. Mientras se siga latiendo en el corazón de alguien, se existe, y ese latido ya no espera nada, no es egoista. Tan sólo hace que se siga existiendo. Es la prueba de amor

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