martes, 7 de diciembre de 2010

Espero.


Aquella estatua de Rodin hacía que me sintiera como en casa, como si todo lo que hice mal se quedara atrás y nunca volviese a salir. Pero sé que no es así, y que lo más probable es que todo lo que no debí hacer, volviera en forma de maremoto.



Escrito en el Cosmocaixa Madrid a las 11.17 del 7 de Diciembre del 2010.

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