viernes, 3 de diciembre de 2010

Dos dedos.


Era una vez dos dedos diferentes. Uno del sur, otro del norte, uno moreno, otro rubio, uno largo, otro corto, uno arrugado, otro liso. Eran dos dedos diferentes que llevaban bufandas gordas al cuello. Eran dos dedos diferentes con diferentes historias. Eran dos dedos diferentes que no tenían bien colocada la cabeza y por ello no eran del todo felices.

Para ello cada dedo colaboró uno con el otro a su manera. Uno hablando y otro gastando bromas, otro comentando y otro opinando. Un dedo dejó de sonreír, y el otro dedo le pinto una sonrisa en el índice, paran que al señalar mostrara sus dientes. En cambio, al otro dedo se le partió el corazón y para ello le pintó dos sonrisas valientes que se querían sólo con la mirada.

Era una vez dos dedos diferentes, era una vez dos dedos musicales, era una vez dos dedos guays a los que le gustaban los suéter de los años 80.

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