sábado, 21 de mayo de 2016

Los cuatro elementos

Cuando eres pequeño fantaseas con juegos de rol (solo en algunos friki-casos) y tienes que escoger un elemento. La gente tiende a pelearse por el fuego o el agua, siendo la tierra y el aire los "olvidados". Aunque este tipo de conversaciones ya no se tienen -la edad, es lo que toca-, siempre tuve la sensación de que la fuerza bruta era lo que más gustaba de primeras y destruir con el fuego o arrasar con el agua era lo más atractivo. ¡Cuántas veces me habrán cuestionado por defender el aire y la tierra!

El aire si no entra en tus pulmones, hace una bola en tu cuerpo, te preocupa, te ahoga y no te deja avanzar. La ansiedad lo único que hace es bloquearte, volverte inútil. Puede que la fuerza bruta acabe de tí de primeras, pero la lenta agonía de ser incapaz de correr y respirar te come por dentro y apaga tu luz. En cambio la tierra es la base, siempre está ahí, es el crecimiento, el soporte, la resistencia. Si no creces no vives, no avanzas, no puedes hacer nada porque no maduras. La paciencia es lo que nos mantiene vivos y saber que estar mal es ley de vida.

Los cuatro elemento, al igual que las cuatro cualidades físicas o los cuatro puntos cardinales esconden sus características y, aunque la fuerza nos atraiga, no olvidemos a la resistencia, o la tierra, y la flexibilidad, el aire, que son lo que nos mantienen puestos en nuestro día a día.  

Viva la tierra, viva el aire, viva el norte, viva la resistencia, viva la flexibilidad... vivamos nosotros. 

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